Un periodista en el Concilio


5 de diciembre de 1962


LA IGLESIA Y SU JEFE

La sesión de hoy nos ha dado como novedad más importante la intervención del cardenal Montini, "una de las más importantes en todo lo que llevamos de Concilio", como me ha dicho esta mañana un obispo.

El cardenal de Milán ha comenzado asociándose a las ideas expuestas ayer por el cardenal Suenens sobre la organización futura del Concilio. Abordando después el estudio del esquema señaló con elogio el inmenso trabajo que su elaboración había supuesto y afirmó que en él había elementos útiles. Pero de todos modos no podía menos de notar la insuficiencia de este texto. Es necesario, según él, profundizar más en la doctrina en él expuesta y llegar a unas formulaciones que respondan mejor al fin del Concilio, cuyo tema principal constituye. Hemos de felicitarnos de que esta Asamblea haya honrado a San José, incluyéndole en el Canon de la misa, y demuestre su amor hacia la Virgen abriendo y cerrando sus sesiones en fiestas maríanas. Pero habrá que cuidar sobre todo de que esta asamblea honre a nuestro Señor Jesucristo, mostrando cómo El vive en la Iglesia y a través de ella comunica su vida a los hombres. Este aspecto de las relaciones de la Iglesia con su Jefe no está expuesto con suficiente claridad en el esquema. Pero la Iglesia no puede nada por sí misma: fundada por Cristo, ella es el instrurrento a través del cual Cristo salva al mundo. Por ello, al preguntarnos cómo debe ser la Iglesia lo que realmente importa no es cómo queremos nosotros que sea, ni tampoco cómo desearía verla el mundo o los hermanos separados, sino cómo quiso Cristo que fuera. Visto esto a, la luz del Evangelio, habrá que ir a realizarlo pasando por encima de todas las demás cosas humanas. Interesa por tanto ver a Ia luz del Evangelio cómo quería Cristo a los obispos, cómo quiere al pueblo fiel, qué espera misionalmente de la Iglesia.

Concretamente respecto a los obispos, observó el cardenal de Milán, en el esquema se les estudia más jurídicamente que teológica y evangélicamente. Sólo a la luz del Evangelio podremos dar la visión de la Iglesia que Cristo deseó.

Aparte de esta intervención de tan nuevo y profundo planteamiento vinieron a repetirse los temas de los días pasados: insistencia en la colegialidad de la Iglesia, esfuerzo necesario para conseguir el equilibrio entre lo jurídico y lo místico, necesidad de subrayar los deberes de la Iglesia de cara al mundo, conveniencia de subrayar la vocación misionera. Y ha de registrarse la aparición de un tema nuevo: el señalado por monseñor Fiordelli, obispo de Prato, que pidió se aclarase el puesto de los casados en la Iglesia. Está bien, dijo, hablar del Episcopado, del sacerdocio, de los estados de perfección, del laicado en general, pero conviene también hacer un sitio especial para el sacramento del matrimonio, señalando su valor y su significación, dentro del Cuerpo Místico.


LA FAMILIA ENTERA

Nunca fue la plaza de San Pedro tan familiar. Habían anunciado que el Papa rezaría el "Angelus" desde la ventana, a mediodía, y la sesión conciliar ha adelantado por ello su final. A las doce menos cinco unos diez mil fieles se situaban en torno al obelisco, y los dos mil obispos se esparcían por la parte delantera de la plaza. Cuando el Papa apareció en la ventana los obispos agitaban sus bonetes morados, ofreciendo un espectáculo jamás conocido. Estamos convalecientes, -nos decía el Papa-. Como veis cada día hay un progreso. El gozo de vuestra presencia es un elemento de felicidad, de fuerza y de recuperado vigor. Después nos decía que el espectáculo de hoy sería inolvidable: juntos obispos, sacerdotes y pueblo, toda la familia.

Por cierto que en medio de su charla sucedió algo bien curioso. Se ve que habían pedido al Papa que se limitase a rezar el "Angelus" y decir cuatro palabras para que no se cansase demasiado. Pero Juan XXIII debía encontrarse demasiado a gusto charlando con sus hijos como para limitarse a cuatro palabras y un "Angelus" pelado. Lo cierto es que parecía llevar camino de no acabar nunca. Y en un momento en que estaba rezando una plegaria latina a la Virgen se oyó una voz desde el interior -quizá la de uno de los médicos- que decía claramente: "Basta, Santo Padre". El Papa al oírlo se quedó cortado y se volvió para preguntar qué pasaba. Para seguir luego charlando todavía unos cuantos segundos más con sus hijos. ¿Qué mejor inyección para él que vernos allí a todos mirando hacia su ventana con un amor tan filial como quizá nunca conoció ningún Pontífice?


RENOVACION LITURGICA

Mientras los nuevos temas han ido entrando en estudio el Concilio ha ido procediendo a las votaciones de las reformas introducidas en el esquema de Liturgia. La mayoría de las votadas hasta ahora eran más bien cuestiones de detalle. Pero ya hoy se ha llegado a algún punto realmente significativo.

El primero es el referido a la posición de las comisiones episcopales en materia litúrgica. Como es sabido, el esquema inicial dejaba prácticamente toda jurisdicción en este terreno a la Santa Sede y a las correspondientes Congregaciones. La modificación hoy introducida y aprobada por casi unanimidad dice así: "En virtud del poder concedido por el derecho, la reforma litúrgica es también competencia de las diferentes asambleas territoriales de obispos legítimamente constituídas". ¿No es éste un paso importante para la adaptación de la liturgia a todas las culturas?

El segundo gran problema debatido fue el de la lengua de la liturgia. Todavía no se ha votado el problema en particular, pero la toma de postura general indica ya los caminos que se seguirán. El párrafo tal y como hoy ha sido votado dice que el latín se conservará en los ritos latinos (nadie trataba en rigor de abolirlo completamente), pero que, dado el interés pastoral que se ve en las lenguas vivas, éstas podrán ser introducidas en mucha mayor parte en la liturgia, dejando para cada apartado en futuras votaciones el ver hasta dónde deben introducirse en cada acto litúrgico.

La puerta, pues, está abierta. Las futuras votaciones decidirán cuánto se abrirá en Ia misa y cuánto en cada sacramento. La casi unanimidad conseguida también en esta votación viene a demostrar que, al menos en términos generales, el acuerdo está conseguido. ¡Qué pena que no haya tiempo ya en esta sesión para llegar a estas aclaraciones concretas! Pero todo será cosa de esperar diez meses más. De todos modos lo importante es ver cómo el tiempo va madurando las ideas y cómo lo que ayer se veía insoñable, de pronto se hace posible, casi alcanzable con la mano. Dios sea bendito.

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