Un periodista en el Concilio


20 de noviembre de 1962


VOTACION

Estaba en el aire que hoy habría novedades. Y hasta tal punto, que los periodistas hemos ido a la Oficina de Prensa a las diez de la mañana, en lugar de las doce, como los demás días. Quizá la sesión de hoy terminase en media hora, como la primera del Concilio. Pero nos aguardaba una sorpresa: ni a las diez, ni a las once salieron los Padres. ¿Qué había pasado?

En la sala de Prensa había opiniones para todos los gustos.

-Eso es que han votado y que el esquema ha sacado mayoría- decía un periodista italiano.

-No cantes victoria tan pronto- comentaban otros.

Se hacían cálculos, números, pronósticos.

Cuando, al fin, a las doce y veinte salieron los Padres, supimos pronto que en la sesión había habido novedades: los Padres, en lugar de salir y, como siempre, dirigirse rápidamente a sus coches y autobuses, se quedaron discutiendo, comentando en corrillos.

-Eso es porque hoy hay sol- dijo alguien.

-No, no creo que hoy los Padres estén para tomar el sol.

Pocos minutos después sabíamos el resultado. Se había votado, efectivamente. Una fórmula suave, que no hablaba de rechazar el esquema, sino de aplazarlo "sine die". En el fondo, un "no" como otro cualquiera. Y el resultado no dejaba lugar a dudas: favorables al "aplazamiento", 1.368. Favorables a la prosecución del estudio del esquema, 822. Veintiún votos nulos.

Una votación clarísima..., que no resolvía nada. La ley del reglamento conciliar de exigir dos tercios para las votaciones podía producir casos como éste. Ley justísima en sí, ya que nada debe imponerse a toda la Iglesia si no es deseada por una gran mayoría. Pero en este caso producía situaciones complicadas: por un lado, el esquema debía seguir en estudio, ya que la moción de censura no había conseguido los dos tercios reglamentarios, los 1.473 votos que se hubieran necesitado. Por otro lado, el día que este esquema hubiera de aprobarse era seguro que no conseguiría los dos tercios que a su vez necesitaría para ser aprobado, ya que era inverosímil que los 822 que deseaban seguir estudiándolo se convirtieran en 1.473 votos favorables dentro de algunos días. Y henos aquí en un curioso quebradero de cabeza por un problema de procedimiento: se va a seguir discutiendo una cosa que se sabe de antemano que no será aprobada. ¿Tomará el Papa alguna decisión ante este resultado?

De momento hay algo muy importante: la asamblea ha mostrado con números algo que muchos ya sospechábamos: hay una mayoría que mira más hacia el mañana que hacia el ayer. Y además..., es bueno que esta mayoría no sea tan absoluta que pueda imponer su voluntad a la minoría. Es decir: en este concilio nadie impondrá su opinión a nadie, ninguna tendencia pasará por encima de la tendencia opuesta. Solo los acuerdos, los frutos del diálogo, llegarán a madurar en las votaciones. ¡Bendito Dios que nos va a dar un Concilio verdaderamente conciliar, verdaderamente católico!


EL PAPA QUIERE TOMAR EL SOL

Maravilloso. Hay cosas que ensanchan el espíritu y parece que Dios estuviera empeñado en enseñarnos a leer el Evangelio a través de la figura de Juan XXIII.

Virgen de Guadalupe¿Cómo negar que hoy ha sido un día de tensión y de nervios en los ambientes conciliares? Pero el Papa parece ignorar lo que sean la tensión y los nervios. Hoy, una hora después de la votación que ha conmovido a tantos, él ha tenido una de sus salidas deliciosas. Mañana debía ir a coronar una Virgen de Guadalupe, en la capilla de los Padres mejicanos Legionarios de Cristo. Pero hoy hace sol. Y el Papa ha mandado llamar por teléfono para decir que iría hoy a coronarla, porque hoy hace bueno y quizá mañana no lo haga, y le apetece ir a rezar hoy a la Virgen y tomar un poco de sol.

He estado allí y ha sido delicioso. Pocos fotógrafos, pocas personalidades. El Papa ha rezado un rato delante de la Virgen y luego nos ha hablado. Me gustaría tener sus palabras textuales, porque han sido una página más de las florecillas. Nos ha dicho que él quiere mucho a la Virgen. Que no conocía a la Virgen de Guadalupe hasta que hace poco vio una imagen, con Juan Diego arrodillado ante ella; que preguntó qué hacía allí aquel indiecito, y que le contaron la historia. Que le gustó tanto, que desde entonces la quiere mucho. Y que, por cierto, un día en los jardines vaticanos se encontró con que había una Virgen de Guadalupe, pero que la tenían allí, medio arrinconada. Que él había dicho que tenían que ponerla bien, y que ya estaba, que había quedado preciosa.

"Tenéis que ir un día a verla; veréis cómo os gusta."

Luego -¿cómo no?- volvió a sus recuerdos de muchacho. "Por cierto que de chiquillo aprendí una oración a la Virgen que me gustaba mucho y que la he rezado siempre, una oración medieval, en verso. Y esta mañana se me ocurrió que, a lo mejor, estaba en el "Migne"(1), y la he buscado y allí está; podéis verla en el tomo tantos."

Sí, hacía sol hoy. Pero no sólo en el cielo, sino en las almas de todos cuantos hemos vivido esta inolvidable lección de paz de alguien que, en un día histórico, piensa que le apetece tomar el sol y no cree que sea perder el tiempo revolver los volúmenes del "Migne" buscando una oración medieval a la Virgen.

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(1) NdWM: El Papa se refiere sin duda a la enciclopedia católica Patrologia Latina publicada entre 1844 y 1855 por el sacerdote francés Jacques-Paul Migne (1800 - 1875).

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